Los gobernadores de las provincias de Carabobo y Barquisimeto en 1854 a solicitud del Secretario del Ministerio de Interior y Justicia se apresuraron a levantar un Informe sobre la situación de los habitantes de los cantones de San Felipe, y Nirgua, adscritos a las provincias de Carabobo y Barquisimeto, quienes habían elevado una solicitud de no querer seguir perteneciendo a ellas.
Muchas razones expusieron los cantoneros y a cada una de ellas respondieron los gobernantes.
El gobernador de la época de la provincia de Barquisimeto, Martin Aguinagalde, al leer la petición, puso el grito en el cielo y lápiz en mano se sentó a redactar en seguida otro documento para dar respuesta de lo equivocado que estaban los cantoneros.
El gobernador de la época de la provincia de Barquisimeto, Martin Aguinagalde, al leer la petición, puso el grito en el cielo y lápiz en mano se sentó a redactar en seguida otro documento para dar respuesta de lo equivocado que estaban los cantoneros.
Y comenzó a desmenuzar uno por uno los argumentos de los firmantes de la carta, unos que firmaban con garabatos y eso significaba que no sabían leer ni escribir y “ los hombres que no saben firmar no pueden juzgar de la trascendencia de la medida que se pretende “ explicaba, que las profesiones de los solicitantes no eran de envergadura, entre otras menudencia decía el gobernante.
También escribió que los cantoneros no tenían razón en decir que la capital tenía preponderancia pues la desigualdad siempre existiría y solicitaba se desestimara la creación del nuevo territorio.
El de Carabobo dijo que Nirgua estaba separado de San Felipe por la naturaleza y por eso no tenían ninguna relación comercial y para unirlos sería necesario construir una carretera por entre los cerros.
Luego de los Informes presentados por los respectivos gobernadores, el caso fue pasado a las Cámaras del Congreso Nacional, primero a la Cámara de Representantes en los primeros meses de 1855 y después de tres discusiones se aprobó que de la unión de territorios de las dos provincias se formara otra.
El de Carabobo dijo que Nirgua estaba separado de San Felipe por la naturaleza y por eso no tenían ninguna relación comercial y para unirlos sería necesario construir una carretera por entre los cerros.
Luego de los Informes presentados por los respectivos gobernadores, el caso fue pasado a las Cámaras del Congreso Nacional, primero a la Cámara de Representantes en los primeros meses de 1855 y después de tres discusiones se aprobó que de la unión de territorios de las dos provincias se formara otra.
Luego de aprobado la formación del nuevo territorio el 19 de marzo, el presidente de la Republica procedió como se estilaba en la época a reglamentar el funcionamiento de la nueva unidad político territorial, que fue bautizada con el nombre de Yaracuy, en homenaje al caudaloso rio que lo cruzaba y que también había sido fuente de sinsabores, tropiezos para quienes lo navegaban en virtud de los privilegios otorgados por Barquisimeto y que ahora era un asunto bajo su administración.
En julio se instalo el primer Poder Ejecutivo, con carácter provisional y por Ley de División político territorial de 1856 se le otorgan los límites.
Muy contentos los habitantes, festejaron que al fin que tenían un territorio propio, un gentilicio: yaracuyanos, unos límites y con ellos poder fabricar un mapa con sus respectivos cantones; y tenían gente, pues la población de las anteriores provincias paso a la nueva. En este caso al igual que en el de los cerritenses, el poder central oyó a los descontentos cantoneros y aparece así Yaracuy en la historia universal y por Decreto de 1959 se establece que “Que el día 19 de marzo de 1855 es el punto de partida de la autonomía del Estado Yaracuy, adquiriendo su soberanía y consolidando así una tradición y un espíritu verdaderamente yaracuyano, que el pueblo y el actual Gobierno tienen el firme propósito de mantener inalterable” .
Muy contentos los habitantes, festejaron que al fin que tenían un territorio propio, un gentilicio: yaracuyanos, unos límites y con ellos poder fabricar un mapa con sus respectivos cantones; y tenían gente, pues la población de las anteriores provincias paso a la nueva. En este caso al igual que en el de los cerritenses, el poder central oyó a los descontentos cantoneros y aparece así Yaracuy en la historia universal y por Decreto de 1959 se establece que “Que el día 19 de marzo de 1855 es el punto de partida de la autonomía del Estado Yaracuy, adquiriendo su soberanía y consolidando así una tradición y un espíritu verdaderamente yaracuyano, que el pueblo y el actual Gobierno tienen el firme propósito de mantener inalterable” .
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