Quizás alguna vez han oído que los venezolanos piensan una cosa, dicen otra y hacen otra, pareciera que tiene un sentido contradictorio, pero esto sucede en lo actual en tierras yaracuyanas.
En un recorrido por escuelas de cuatro municipios, con docentes de carne y hueso a quienes en cumplimiento del Código de ética del periodista en su artículo 18, no revelamos su identidad, ni nombre del plantel, se demuestra el conflicto que se les plantea al ir en contra de sus principios, por una imposición y aunque la muestra no es representativa, pareciera una tendencia.
Se tomo a varios docentes, pues son ellos los encargados de transmitir conocimientos a los estudiantes y valores; y aunque el aprendizaje significativo es lo que se dice predomina, en este caso no vale.
Esta conducta, de pensar una cosa y decir y hacer otra, nace del Decreto 364 emanado del ejecutivo de Yaracuy, en relación al cambio de la fiesta pública del 19 de marzo al 28 de marzo, consagrada la primera durante 51 años como Día del Yaracuy.
En Cocorote, un asesor pedagógico, comento en lo particular que no esta de acuerdo con el cambio de fecha de celebración del Día de Yaracuy, no solo porque siempre ha sido así, sino porque le entregaron el Decreto 364 que deberían pegar en sitios visibles, sin ninguna explicación, ni bien documentada.
“En el Decreto se hacen señalamientos pero no nos entregaron los documentos. Eso es como si a nosotros nos cambiaran la fecha de la Divina Pastora, sin explicación cierta, pero yo veo que aquí, la gente espera las imposiciones, se deja montar por miedo. Antes había huelgas por reclamos, por el salario, por las condiciones de las escuela, pero eso ahora no se ve”
Agrego, que “Yo no estoy de acuerdo con el cambio de fecha sin explicaciones ciertas, pero hay que acatar lo que diga la Zona incluso nos impusieron, sin consultarnos un desfile y lo estamos preparando”
En Guama, capital del municipio Antonio José de Sucre, otra docente nos dijo” yo trabajo en secundaria y les digo a los estudiantes lo del Decreto 364, que veo no tiene asidero, porque nos lo entregaron y ya ve que está en todas partes del Liceo, pero a mí me toco preparar el año pasado, la actividad del momento histórico esa semana y dije lo que pensaba, porque a mí no me consultaron y además no lo comparto. Aunque después me llamaron a la dirección”.
“Yo no he visto esa información real y concreta de que habla lo oficial, y por eso hablo de lo que yo sé. Con el tiempo eso será perjudicial pues los estudiantes no creerán en lo que se está diciendo, porque no hay pruebas” finalizó.
En otro municipio un docente dijo que esto es una imposición del Ejecutivo de Yaracuy y desde la Zona bajaron unas directrices, pero no dan explicaciones valederas con papeles en mano” eso de cambiar las fechas de fiesta influye en nuestras raíces, creencias”
Y otro añade que tiene entendido que el cambio obedece al paso de Zamora pero no conoce de ningún documento que hable de la proclama o el decreto del estado Yaracuy.
Sobre esta conducta de opinar, pensar una cosa y decir y hacer otra opinan los psicólogos, de quienes atenidos en el Código de ética del Periodista, no se suministra identificación, expresan que un cambio inconsulto y drástico, sin explicaciones valederas influye en la conducta humana, pues es la opinión de una minoría que está por encima de la mayoría.
Por otra parte, otro profesional manifestó que esta conducta guarda relación con las emociones de una persona y depende de las circunstancias, en este caso la emoción desplaza a lo racional. Y hay una emoción básica como el miedo, que al parecer predomina.
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